Qué debe contener un contrato de alquiler vacacional
Si tienes una vivienda a la que has decidido sacarle rendimiento alquilándola para cortas estancias, debes celebrar siempre un contrato de alquiler vacacional y asegurarte de que su contenido se ajusta a lo que exige la ley. Vamos a ver con más detalle cómo tienes que hacerlo para que todo sea legal.
Qué es un contrato de arrendamiento turístico
Lo primero que debes saber es qué se considera alquiler vacacional. Se trata del arrendamiento de un inmueble por períodos cortos de tiempo, su característica principal es que el alquiler no se hace para satisfacer una necesidad de vivienda permanente del arrendatario sino otras necesidades. Por ejemplo, si se ha desplazado de una ciudad a otra para trabajar o para pasar unos días de vacaciones.
En consecuencia, un contrato vacacional de alquiler es un acuerdo entre propietario y arrendatario en virtud del cual el arrendador cede el uso y disfrute temporal de su vivienda a su huésped a cambio de un precio.
La obligatoriedad de firmar un contrato de arrendamiento turístico depende de la normativa de cada Comunidad Autónoma, aunque en la práctica totalidad de los casos se exige que se firme un contrato. Si en la autonomía en la que tienes la vivienda no se exige la firma de contrato, aún así es recomendable que lo hagas. Este documento es la mejor forma de que ambas partes conozcáis vuestros derechos y obligaciones.
Qué debe contener un contrato de alquiler vacacional
Los datos que deben aparecer necesariamente en un documento de este tipo son, en primer lugar, una descripción detallada del inmueble que es objeto del contrato. Especificando cuestiones como la dirección de la vivienda, la superficie que tiene y la distribución.
También debe quedar determinado el período de arrendamiento, fijando fecha y hora de llegada y de salida. En este sentido, para que la entrega de las llaves no se convierta en un problema para arrendador y arrendatario, se puede optar por el sistema de cerradura inteligente.
El arrendador y arrendatario pueden pactar cualquier plazo, pero si no lo hacen, se entenderá que el contrato tiene una duración de un año.
No obstante, e independientemente de la duración acordada, el inquilino tendrá derecho a prorrogar el contrato por un mínimo de tres años de duración.
Constarán asimismo los datos de ambas partes contratantes, el precio del alquiler y las modalidades de pago aceptadas.
Además de este contenido esencial, es aconsejable incluir otras prescripciones como el número máximo de personas que pueden ocupar la vivienda, la aceptación o prohibición de animales de compañía, gastos incluidos en el precio, y hasta cláusulas de rescisión del contrato por anticipado.
Otra información que sería interesante añadir como anexo al contrato es un inventario detallando todo lo que hay en la vivienda en el momento de llegar el inquilino. Así, si se producen desperfectos o desaparece algo, se podrá hacer la correspondiente reclamación.
Tan importante como el contenido es la firma. El documento siempre debe estar firmado por ambas partes al final del documento y también en el margen izquierdo de cada una de las páginas que compongan el contrato, así como los posibles anexos.
Un contrato de alquiler vacacional es un documento sencillo de elaborar que otorga seguridad tanto al propietario como al huésped. Por eso, no deberías dudar en tener tu propio modelo y usarlo siempre que alquiles tu vivienda.
Aquí puedes descargar gratis el Modelo de contrato de alquiler de vivienda turística.